¿Consumir o no consumir?: esa es la cuestión

Desde que supe que seria padre, mis días han estado llenos de alegría y veo con optimismo como pasan los días, las semanas y los meses para la llegada de mi bebe. Sin embargo estos días también han estado acompañados de otros sentimientos y uno de los más fuertes es aquel que hace que uno quiera darle todo a su hijo y que no le falte nada. Así que hicimos la lista de las cosas que necesita el bebe:

- Coche (carrinho en Brasil)
- Cuna (Berzo)
- Silla para el carro (necesario totalmente)
- Canguro o morral para cargarlo (esto si me gusta pues la puede tener cerca a mi)
- Bañera (no se porque no se puede bañar en la ducha como cualquier persona)
- Silla para alimentarlo (no puede ser cualquier silla)
- Moises (nunca en mi vida había escuchado que esto existía)
- walkie talkie con cámara para que la bebe nos muestre cuando llora
- bolso para pañales (no puede ser cualquier mochila?)
- un par de mudas de ropa (no es necesario muchas, pues ella no tiene que ir a buscar novio ni nada por el estilo)

Como vemos, son pocas cosas, que en la mayoría de los casos se hacen necesarias, otras no son muy necesarias, pero afortunadamente hay hermanas, primas, amigas, amigos que nos han ofrecido una que otra de estas cosas, otras tocara comprarlas y es este el motivo de este post. Y es que en el día de ayer, como suelo hacer casi todos los días, me dirigí al gimnasio a hacer un poco de ejercicio (que no se puede hacer al aire libre en una ciudad que llueve 363 días al año) y después de mi acostumbrada rutina de ejercicios salí, con la mala suerte que me paso un pensamiento por la cabeza de ir a la tienda del mall a ver el primer muñeco de peluche para Isabela(-a). Pues bien, entrando a la tienda pase primero por la sección coches, así que me puse a ver cual era el que iba a comprar para mi bebe (aun sabiendo que ya nos tienen prometidos dos coches, uno para Sao Paulo y otro para Valdivia) y si, vi unos que me gustaron bastante. Seguí recorriendo y llegue a la sección dormitorio, ahí vi unas cunas lindas y comencé a comparar entre una y otra, los pros y los contras (como si yo supiera algo de cunas... creo que me veía ridículo). Así que al notar que en esa sección solo habían mujeres y que miraban algo extrañada mi presencia, decidí salir de ahí y seguir mi recorrido por la tienda hacia la sección ropa, sin antes omitir la sección de teteros, biberones, sonajeros, mordederos (no se ni como se dice, pero son la misma vaina que le compro a mis perros para que jueguen pero más caros... creo que le comprare esos juguetes en una tienda de mascotas) y otras cosas. Y acá en esta sección de paso, también quise comprar todo, pensaba que cada una de esas cosas era necesaria para mi bebe, que cada una de esas cosas estaba hecha con sentido para el buen desarrollo de un bebe sano. Y bueno llegue a la sección ropa, y esto si fue la "tapa de la olla", ya que me quede un buen tiempo mirando cada cosita de ropa e imaginándome a mi bebe metida en cada prenda y cuan linda se vería. Miraba las tallas (0-3, 3-6, 6-9 m) como si fuera un experto en la materia, y juntaba una prenda con otra para armar una pinta chévere y bonita para Isabela(-a), como si fuera un manejador de imagen... que ridículo me debí haber visto.

Y finalmente cuando fui a ver lo del muñeco de peluche para mi bebe, note que se me estaba acabando el tiempo en el estacionamiento y tenia que salir corriendo antes que me cobraran. Sin embargo logre ver a la pasada un muñeco que no me gusto mucho... y es que afortunadamente se me estaba acabando el tiempo, pues de lo contrario hubiese buscado un juguete (tomándome otra vez una cantidad de tiempo absurda para ver cada uno de los juguetes que hay para niños).

Cuando me subi al auto, pensaba que finalmente uno puede consumir muchas cosas y comprar muchas cosas y que en realidad uno quiere comprar todo para el bebe de uno. Pensaba que el consumismo humano realmente lo puede invadir a uno. Pensaba que el capitalismo al parecer es algo innato del ser humano y que mientras más opciones haya de comprar, más uno quiere consumir... Pero Isabela(-a) yo te pregunto, será que tu necesitas todas y cada una de esas cosas que en la tienda yo miraba como para querer comprar? Esperemos que no, porque sino voy a quebrar antes que nazcas, pero por otro lado quiero poder darte todo, absolutamente todo... entonces, consumir o no consumir? esa es la cuestión.